miércoles, 28 de febrero de 2007
jueves, 22 de febrero de 2007
REFLEXION
SACRIFICIO
El valor del sacrificio es aquel esfuerzo extraordinario para alcanzar un beneficio mayor, venciendo los propios gustos, intereses y comodidad.
El valor del sacrificio es aquel esfuerzo extraordinario para alcanzar un beneficio mayor, venciendo los propios gustos, intereses y comodidad.
Todos somos capaces de realizar un esfuerzo superior dependiendo de nuestros intereses: las dietas rigurosas para tener una mejor figura; trabajar horas extra e incluso fines de semana para consolidar nuestra posición profesional; quitar horas al descanso para estudiar; ahorrar en vez de salir de vacaciones...
también es sacrificio saber dejar a tempo nuestras aficiones, aplazarlas y darles su momento, para servir a los demás y no descuidar nuestras principales obligaciones.
El valor del sacrificio contempla dar ese "extra" también en casa, en ese horario y con esas personas que desean gozar de la compañía generalmente ausente de cualquiera de los miembros.
Son muchos los ejemplos de sacrificios comunes y corrientes, pero pocas veces se notan cuando no existe la intención de demostrarlo: salir a trabajar habiendo pasado mala noche, o tal vez con ciertos síntomas de enfermedad; sonreír a pesar de nuestro estado de ánimo, sea de enojo o tristeza; colaborar en los cuidados de un enfermo; limpiar el piso de la oficina que se ensució por descuido; no asistir a la reunión semanal para llevar a los hijos a un evento deportivo.
La mayoría de nuestros sacrificios están orientados a servir a los demás; tal vez, ni siquiera nos habíamos percatado de la importancia que tienen esos pequeños detalles para formar una personalidad firme y recia.
El espíritu de sacrificio no se logra con las buenas intenciones, se desarrolla haciendo pequeños esfuerzos. Por eso es necesario que tengas en mente:
- Aprende a darle un tiempo prudente a tus aficiones y descansos.
- Procura no hablar de tus esfuerzos, ni poner cara de sufrimiento para que los demás se den cuenta de lo mucho que haces.
- Haz un poco más de lo habitual: juega más con tus hijos; limpia y acomoda algo en casa; recoge la basura de los pasillos; convive con los compañeros de la oficina...
- Controla y modera tu carácter y estados de ánimo.
- Este último punto contempla de alguna manera a todos los anteriores: Haz una lista de las cosas que te desagradan y las que te cuestan más trabajo, elige tres y comienza a luchar en ellas diariamente.
El valor del sacrificio es aquel esfuerzo extraordinario para alcanzar un beneficio mayor, venciendo los propios gustos, intereses y comodidad.
El valor del sacrificio es aquel esfuerzo extraordinario para alcanzar un beneficio mayor, venciendo los propios gustos, intereses y comodidad.
Todos somos capaces de realizar un esfuerzo superior dependiendo de nuestros intereses: las dietas rigurosas para tener una mejor figura; trabajar horas extra e incluso fines de semana para consolidar nuestra posición profesional; quitar horas al descanso para estudiar; ahorrar en vez de salir de vacaciones...
también es sacrificio saber dejar a tempo nuestras aficiones, aplazarlas y darles su momento, para servir a los demás y no descuidar nuestras principales obligaciones.
El valor del sacrificio contempla dar ese "extra" también en casa, en ese horario y con esas personas que desean gozar de la compañía generalmente ausente de cualquiera de los miembros.
Son muchos los ejemplos de sacrificios comunes y corrientes, pero pocas veces se notan cuando no existe la intención de demostrarlo: salir a trabajar habiendo pasado mala noche, o tal vez con ciertos síntomas de enfermedad; sonreír a pesar de nuestro estado de ánimo, sea de enojo o tristeza; colaborar en los cuidados de un enfermo; limpiar el piso de la oficina que se ensució por descuido; no asistir a la reunión semanal para llevar a los hijos a un evento deportivo.
La mayoría de nuestros sacrificios están orientados a servir a los demás; tal vez, ni siquiera nos habíamos percatado de la importancia que tienen esos pequeños detalles para formar una personalidad firme y recia.
El espíritu de sacrificio no se logra con las buenas intenciones, se desarrolla haciendo pequeños esfuerzos. Por eso es necesario que tengas en mente:
- Aprende a darle un tiempo prudente a tus aficiones y descansos.
- Procura no hablar de tus esfuerzos, ni poner cara de sufrimiento para que los demás se den cuenta de lo mucho que haces.
- Haz un poco más de lo habitual: juega más con tus hijos; limpia y acomoda algo en casa; recoge la basura de los pasillos; convive con los compañeros de la oficina...
- Controla y modera tu carácter y estados de ánimo.
- Este último punto contempla de alguna manera a todos los anteriores: Haz una lista de las cosas que te desagradan y las que te cuestan más trabajo, elige tres y comienza a luchar en ellas diariamente.
miércoles, 21 de febrero de 2007
BIENVENIDOS ...
ESPACIO PARA PUBLICACION DE TAREAS DE 3° Y 4° SEMESTRE "A" DE LA SECCION PREPARATORIA DEL CMB NORTE.
ANIMO Y QUE SEA DE UTILIDAD
ANIMO Y QUE SEA DE UTILIDAD
Suscribirse a:
Entradas (Atom)